Tres venezolanos en New York

Cuando decidí emprender mi viaje con el Proyecto fotográfico #ConociendoVenezuelaConIpaniza realice un llamado por la red social Instagram con el fin de contactar venezolanos en New York. Una de las personas que respondió fue Liz Marrero, la primera protagonista de esta historia. Su respeto y seguimiento a mi trabajo desde el 2014 fueron pieza fundamental para tener la oportunidad de adentrarme a su sistema y simplemente aprender de él.

Deseo contar esta historia de tres amigos para nuevamente  subrayar la bendición que tenemos todos los que nacemos en Venezuela; existe un calor fraternal que habita en nosotros que no puede compararse con nada, una cualidad que puede definirse como la esencia tricolor.

(La casa de mis amigos ubicada en el condado de Queens, Zona Flusing)

Me encontraba con mi hermano en New York cuando apareció Liz y seguidamente Alexander Navarro el segundo protagonista de la historia, nunca había compartido con estos jóvenes, sin embargo bastó con un cruce de palabras en el carro para ya ser altos panas, tanto así que su casa esperaba por nosotros para recibirnos y darnos alojo en nuestra visita a la ciudad.

Llegamos a casa y apareció la tercera protagonista, una negra maravillosa con un carisma oriundo de Higuerote, Atma  Adbhaya Romero; así se llama. (Me confesó que de niña recibió su respectivo bullying por el nombre pero ahora lo ama) Cuando estos tres seres nos dieron nuestra respectiva bienvenida, tuve la sensación de callarme y simplemente observar un evento cotidiano para ellos y admirable para mí. He presenciado lazos de hermandad a lo largo de mi vida pero ninguno como el de estos tres venezolanos; en todas sus anécdotas y recuerdos estaban los tres presentes. Su progreso ha sido tripartito al igual que sus caídas, han compartido tanto que desarrollaron su propio ecosistema, el cual los ayuda a combatir el frío de New York. Los tres comparten su pasión por el baile, es como si fuese su principal idioma, habita en su ADN conectarse con la música y simplemente dejar fluir el sentimiento. Con sus coreografías conversan y cada paso lleva un mensaje.

Que bendición tan densa fue conocer a estos chicos, al punto de que se han convertido en los protagonistas del viaje, es interesante como los tres no comparten lazos de sangre pero entienden que son hermanos, es admirable presenciar como tienen códigos en el que  si uno cae están dos para tender la mano, es tan fuerte su sistema que si en un futuro llega un nuevo integrante lo primero que debe tener claro es el respeto por su relación familiar y no competir con ella, más bien buscar de encajar.

Liz, Alexander y Atma gracias por permitirme ser parte de su historia, gracias por renovar mi esperanza de lo que representa un verdadero venezolano, mis bendiciones con ustedes.

Qué pasaría si extrapolamos la historia de estos jóvenes hasta  Venezuela entera, observo un sinfín de aprendizajes, fui testigo de que se conocen sus errores mas no se lo restriegan en la cara, observe como habita la preocupación cuando un miembro esta en aprietos, presencie su armonía en la conversa y el deseo del progreso integral. También me deleite al ver la repartición de los deberes. Así van por su vida dividiendo responsabilidades y creciendo juntos. ¿Sabes porque sucede dicho movimiento?

¿Haz descubierto la razón de tal hermandad? Ellos en la humildad reconocen que separados es más cuesta arriba la vida en New York, también saben que el calor que brinda una persona con el mismo origen jamás se consigue en el de otra nacionalidad, es parte de nuestro crecimiento y nuestras relaciones interpersonales.

Mi deseo para contigo que lees, es que puedas identificarte con la historia de estos jóvenes y adoptes sus virtudes en beneficio de nuestra casa llamada Venezuela, solo desarrollando cualidades tan pulcras se puede limpiar nuestro nombre y ser parte del crecimiento tricolor.

En un próximo artículo les presento cada personaje por individual.

Fotografia y Texto: Isaac Paniza

Agradecimiento: Liz Marrero, Alexander Navarro, Atma Romero, Ramses Michelena